INSTALACIONES

Las instalaciones de Picualia son un referente en todo el mundo por su dimensión y por su tecnología empleada en la elaboración de sus excelentes zumos de aceituna.

En el año 2015 se inauguró una nueva y potente almazara, fruto del esfuerzo de sus agricultores y trabajadores de la compañía, culminando así el inicio de una nueva era dedicada en exclusiva a la producción de calidad del que se ha convertido sin ninguna duda en uno de los mejores aceites de oliva virgen extra del mundo.

1. LA RECOLECCIÓN: La aceituna, el fruto con el cual se obtienen los zumos de aceituna, mayormente conocidos como aceites de oliva, es una fruta que nace del olivo en los meses de Abril-Mayo, época conocida como floración. Desde su nacimiento, se produce un proceso de crecimiento o de expansión celular de este fruto, hasta que finalmente la aceituna empieza a “agostar”, en su preparación previa al mes de Septiembre, mes en el que se produce la Lipogénesis. En el proceso de lipogénesis, el aceite comienza a formarse en la aceituna y como consecuencia de ello, nuestro personal técnico comienza a analizar en profundidad y estudiar con detalle el proceso de maduración del fruto con la finalidad de comenzar la recolección en el mes de Octubre, cuando la aceituna nos marca su punto óptimo de maduración. A partir de Noviembre, el fruto tornará su color como indicativo de madurez y será aquí donde este proceso nos marcará la cosecha de aceituna.

2. PATIO DE RECEPCIÓN DE ACEITUNA: La recepción de aceituna es la tarea más importante de la almazara. Seleccionar y clasificar la aceituna, nos dará como resultado final un determinado zumo de aceituna u otro.

En Picualia este proceso está completamente controlado y automatizado. Cada agricultor posee una tarjeta con tecnología contactless en la cual, una vez se aproximan al panel de recepción de aceituna, automáticamente se produce la disposición para descargar esa aceituna, previamente seleccionada en una fase visual por nuestro personal de patio.

Una vez la aceituna está clasificada, ésta deberá pasar los controles y los protocolos de clasificación establecidos por el área de calidad y producción, procediéndose a la limpieza del fruto, eliminando así toda impureza (hojas, piedras, polvo…) para finalmente clasificar la aceituna limpia en una tolva de acero inoxidable, a la espera de la molturación en el molino.

3. MOLTURACIÓN Y PASO A TRAVÉS DEL MOLINO: Nuestras instalaciones poseen tolvas de clasificación de acero inoxidable como hemos mencionado en el apartado anterior, en las que la aceituna limpia y perfectamente clasificada se transporta hasta llegar al molino. El molino se compone de un sistema moderno de cribas trituradoras de aceituna, transformando ésta en una masa homogénea que compondrá una parte sólida (el hueso y la piel cortados) y la parte líquida (el zumo de aceituna y el agua que contiene el fruto)

4. EXTRACCIÓN DEL ACEITE: En este apartado, nuestra compañía cuenta con la tecnología Protorreatore y Leopard de Pieralisi. Para extraer el aceite, operaremos con lo que se denomina “método en continuo de extracción a baja temperatura”. Para ello, primero batiremos la pasta resultante hasta resaltar el componente líquido en dicha masa. Posteriormente separaremos por densidad, centrifugando la masa y consiguiendo así que el componente sólido (alperujo) se separe del líquido (agua y aceite). Finalmente, mediante un proceso de centrifugación vertical separamos el agua del aceite, obteniendo así nuestro zumo de aceituna. Picualia incorpora las más modernas técnicas de elaboración de AOVE, a través de la automatización y robotización de nuestra planta de molturación, destacando la participación en proyecto de I+D+i como empresa alojamiento para la investigación y mejora de los procesos de molturación y extracción, como el proyecto “almazara 4.0” que desarrollamos en colaboración con la Universidad de Jaén.

5. FILTRADO, ALMACENAMIENTO Y ENVASADO: Una vez hemos extraído el zumo de aceituna, llega el momento de filtrarlo con el objetivo de eliminar las posible impurezas en la extracción. En nuestra compañía, disponemos de una sala especial de filtrado. En esta sala, clasificamos los aceites extraídos, atendiendo al canon de la calidad que utilizamos en las líneas de recepción de la aceituna. Una vez tenemos clasificados físico-química y organolépticamente los zumos de aceituna, llega el momento de filtrarlos mediante un proceso natural de decantación y posteriormente un proceso de desbastado y abrillantado de manera natural mediante filtros de celulosa, preservando así todos los componentes saludables de nuestro puro zumo de aceituna. Realizado este proceso, comienza la entrada de aceites de oliva a nuestra bodega. Nuestra bodega cuenta con 64 depósitos de acero inoxidable de 100.000 litros en las zonas laterales y 50.000 litros en las centrales, estimando una capacidad máxima de la bodega de PICUALIA de 5,8 millones de litros de los aceites que se elaboran a lo largo de toda la campaña. Gracias a la tecnología existente para la conservación de los aceites de oliva, nuestras modernas instalaciones están dotadas de sistemas de inertización, que consisten en la inyección de nitrógeno en los depósitos de la bodega, con el fin de eliminar el oxigeno que hay en el interior de dichos tanques de almacenamiento ya que puede acelerar el proceso de degradación de nuestros zumos de aceituna. De esta forma, preservaremos de una manera óptima los caldos obtenidos en la cosecha hasta su posterior envasado y venta. Finalmente, contamos con una línea de envasado en todos los formatos, desde 250 ml hasta 5 litros. En esta línea se produce una perfecta armonía entre los aceites que se clasificaron, envasando así nuestros aceites de oliva atendiendo a los criterios de calidad y de trazabilidad. Gracias a la tecnología que incorpora Picualia, es posible obtener la trazabilidad completa no sólo de los aceites dispuestos para el envasado, sino también de los materiales auxiliares (vidrio, plástico…) conociendo el origen real del producto, asegurando así una perfecta armonía, del campo a la mesa.