NUESTRAS FINCAS

 

¿Dónde estamos?

Olivares ancestrales de corte tradicional son los que componen las más de 5000 ha. de territorio que ocupa nuestra compañía.

Estos olivares se encuentran en un enclave estratégico para la producción y elaboración de zumos de aceituna de excelente calidad: en el corazón de la campiña Norte de la provincia de Jaén, en el municipio de Bailén.

El territorio de Bailén y municipios cercanos, representa un lugar estratégico, no sólo por ser un nudo de comunicaciones con los principales núcleos de población de Andalucía con el centro de España.  

También, desde el ámbito de la biodiversidad conviven numerosas fincas y territorios que hacen posible el cultivo del olivar, así, localizamos a los pies de Sierra Morena nuestra principal fuente de vida, olivares vivos que conviven con la naturaleza en estado puro, en espacios como El Burguillo, La Huerta La García, Los Despeñaeros, Las Maravelas o La Colonia, el paisaje de Montaña característico de Sierra Morena es predominante y se funde con estos olivares, siendo un espacio libre, compartido por linces ibéricos, liebres, ciervos, aves como los mochuelos o las lechuzas y multitud de insectos que contribuyen a la preservación del hábitat natural.

Conforme nos desplazamos de las fincas de montaña hacia el interior de la campiña, pasamos por un imponente paisaje de tierras rojas u oxidadas, con un componente ideal por sus condiciones edafológicas para la selección de aceitunas en relación a este terreno. Nos abrimos paso por Sevilleja y Las Dehesas, imponentes en extensión, con olivares centenarios que crían su fruto a las faldas de Sierra Morena, para finalmente desembocar en el espectacular paisaje de la campiña, cercano a la principal vía de comunicación del país (la autovía A-4 que une el Sur con el resto de la península ibérica) y que día a día da la bienvenida a Andalucía, y a Jaén, a los miles de visitantes que pasan por esta vía. Hablamos de olivos centenarios localizados en La Toscana Bailenense, Garrán, Las Mesas o Caña Baeza y Miguel Tur, fincas muy conocidas por la calidad de sus olivares centenarios y por ende, de su fruto, la aceituna picual de Bailén.

 

Datos Históricos de interés

La provincia de Jaén, bosque artificial más grande del mundo con más de 66 millones de olivos, tiene un lugar de especial significado: la campiña Norte de Jaén. Es aquí, en el corazón de esta campiña donde nace Picualia.

El enclave de Picualia no es casualidad, más bien es fruto de la historia y la importancia de la ciudad de Bailén como punto de referencia y como punto de paso a lo largo de los siglos, lo que otorga un especial carácter a esta compañía.

Bailén se convirtió en la época romana en un punto obligado de paso de las calzadas que integraban la Oretania, provincia en la Hispania del Sur. Posteriormente, en la época musulmana, Bailén era ya conocida como tierra de riqueza, la cual proveía a Córdoba, ciudad más grande del mundo por aquel entonces de la riqueza de sus tierras, generada por su especial localización entre las faldas de la Sierra Morena y las orillas del Guadalquivir, representando un lugar rico en la elaboración del buen vino, aceite y trigo para la elaborar pan.

Posteriormente, en la alta Edad Media, las tierras de Bailén formaron un papel importante en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) como nudo de comunicación hacia la reconquista cristiana. Así a lo largo de los siglos Bailén se asienta como una famosa venta y posterior pequeña población, famosa por sus viandas y por la hospitalidad de sus moradores.

En el año 1767, Pablo de Olavide, intendente del Rey Carlos III e ideólogo de los proyectos de Repoblación de Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, fija en Bailén municipio de referencia en su trazo entre Castilla La-Mancha y este municipio para dar vida a ventas y poblaciones y repoblarlos con ciudadanos europeos.

Ya en el Siglo XIX, Bailén se convertirá en 1808 en municipio de referencia en España, ya que se libró entre sus olivares, viñas y campos de trigo uno de los acontecimientos que cambiaría el rumbo de la historia de España: la Batalla de Bailén. La Batalla de Bailen es considerada como la primera derrota en tierra del ejército de Napoleón Bonaparte y el fin de su Imperio, suponiendo el fin del dominio francés en España y el inicio de la Independencia del Estado Español, en la llamada Guerra de la Independencia. Desde entonces, y por Decreto Real, la reina Isabel II, en su visita a Bailén en 1862 anunciaría que todas las ciudades capitales de Provincia lucirán una calle con el nombre de Bailén, en honor a tal importante acontecimiento.

A partir de aquí, hasta nuestros días, Bailén ha sido el lugar de paso de millones de peregrinos, turistas, visitantes, viandantes, que han parado y hecho un alto en el camino para comer, apreciar sus productos y degustar el oro líquido que se producía y que hoy día se produce en Picualia.

Así, Bailén, el pueblo que ha visto nacer a Picualia y que cosecha tras cosecha ve nacer nuestro fruto, la aceituna, supone una fuente de vital importancia en nuestro día a día. No sólo para recordarnos que fuimos un pueblo capaz de cambiar el curso de la historia, sino para alentarnos a seguir creyendo en el camino de la calidad y la innovación, hacía la excelencia.